jueves, 31 de enero de 2008

Poética 14. Homenaje (5)

Mañana, viernes 1 de febrero, Montserrat Abelló cumple 90 años. Se trata de una gran poeta, una mujer de una personalidad extraordinariamente fuerte, dotada de gran sensibilidad y que sabe estar cerca de cuantos desean conocerla. He tenido la suerte de compartir con ella algunos momentos inolvidables con los amigos de Alella y creo que, sin duda ninguna, merece una poética de homenaje que, humildemente, le dedico.



Selecciono dos poemas de esta autora, que espero que os gusten:


Tot cau, tot es desfà.
Aferrisadament
lluitem en mig de
tanta fam, de tants desastres.
Tanmateix, encara que sols
en tinguem un respir lleu,
quin goig el viure!

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Ens encercla un odi ancestral
que aniquila els anhels
més purs.
Quins moments més durs,
més mesquins
ens ha tocat de viure!
L’asfalt de la ciutat
ho envaeix tot i busquem
llibres entre les runes.
I tanmateix, escrivim
amb el temor que
se’ns perdin les paraules.

Y, también, para que la fiesta y la celebración sean como se merece, la podemos escuchar y ver:

http://www.youtube.com/watch?v=zwq0bOvaZOk


lunes, 28 de enero de 2008

poética 13

Tal como avisábamos, espero que no amenazantes, toca hablar ahora de la métrica, otra de esas herramientas de las que dispone el poeta para conducirnos por su imaginario poético. Por métrica entendemos, básicamente, el trabajo que podemos realizar con el número de sílabas por verso y la rima. Digo básicamente porque también podríamos considerar en este apartado la posición de los acentos y otros aspectos que, en todo caso, dejaremos para más adelante.

Dejadme que, una vez más, recurra a Luis García Montero para que me ayude. Así leemos en sus ya conocidas Lecciones... que "Al escoger palabras que repiten un mismo final, [los poetas] dibujan con los sonidos una raya que sirve para delimitar el espacio del poema, un lugar intermedio entre la ficción y la realidad que nos invita a levantar historias en nuestra imaginación." Y más adelante leemos, "La rima sirve para llamar la atención sobre algunas ideas y algunas palabras". El poeta granadino también nos explica que la rima puede servirnos para lograr la música del poema, esa manera especial de decir las cosas que es, en realidad, el núcleo de toda experiencia poética.

En este mismo sentido de dar musicalidad al poema, encontraríamos el hecho de hacer coincidir el número de sílabas de los versos. Con ello podemos lograr un ritmo preciso que ayude al lector en su búsqueda del sentido.

Aunque, dice García Montero, "te recuerdo que se pueden escribir poemas sin rima y versos de distintas sílabas. Lo importante es la música, conseguir llamar la atención con las palabras, dibujar una historia y un tiempo en la imaginación, convertir una mirada o una idea en algo memorable". Ni el poema será mejor por tener rima, ni será más fácil de escribir porque carezca de ella. Lo importante es situarse ante aquello que vamos a escribir con la conciencia de intentar crear algo mágico, único, que nos ayude a encontrar esperanza en este mundo de naufragios y caos.

Para comprobar hasta qué punto todo lo dicho es cierto, podríamos conocer una de las formas métricas más solemnes y famosas, aquélla a la que, dicen algunos, todo poeta que se precie de ello tiene que enfrentarse alguna vez: el soneto. Escribir un soneto, no importa que no sea un gran soneto, basta con que sea nuestro, resultará un ejercicio apasionante, un viaje en compañía que nos será grato, aunque no sencillo. Para ello, como siempre, podemos dejarnos guiar por los maestros y, entre ellos, dejadme que cite a Garcilaso de la Vega, un poeta del siglo XVI que es una maravilla. Vamos a leerle:

Soneto XXIII

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena 5
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10
cubra de nieve la hermosa cumbre;

marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.


Cierto que hay muchos otros ejemplos, pero éste no desmerece. Versos endecasílabos (decasílabos según el modelo clásico en catalán), distribuidos en dos cuartetos (ABBA) y dos tercetos encadenados (la distribución de la rima puede variar pero deben rimar los seis versos entre ellos). En esta composición, la estructura, el armazón, la música del poema, sirven de magnifico telón de fondo para las palabras y lo que nos transmiten.

jueves, 24 de enero de 2008

Poética 12. Homenaje (4)

Hemos tardado un poco, pero la espera merece la pena. Dedicamos esta poética al gran Miquel Martí i Pol, cuya poesía impacta por su calidez, sentimientos y proximidad. Leer a Martí i Pol en el aula puede resultar una experiencia gratificante porque los alumnos "entienden" aquello que sus versos nos transmiten y, por tanto, logran conectar con su poesía de una manera emocionante.


Os dejo con un poema que refleja a la perfección lo que acabamos de decir:
Lletra a Dolors
Em costa imaginar-te absent per sempre.
Tants de records de tu se m'acumulen
que ni deixen espai a la tristesa
i et visc intensament sense tenir-te.
No vull parlar-te amb veu melangiosa,
la teva mort no em crema les entranyes,
ni m'angoixa, ni em lleva el goig de viure;
em dol saber que no podrem partir-nos
mai més el pa, ni fer-nos companyia;
però d'aquest dolor en trec la força
per escriure aquests mots i recordar-te.
Més tenaçment que mai, m'esforço a créixer
sabent que tu creixes amb mi: projectes,
il.lusions, desigs, prenen volada
per tu i amb tu, per molt distants que et siguin,
i amb tu i per tu somio d'acomplir-los.
Te'm fas present en les petites coses
i és en elles que et penso i que t'evoco,
segur com mai que lúnica esperança
de sobreviure és estimar amb prou força
per convertir tot el que fem en vida
i acréixer l'esperança i la bellesa.
Tu ja no hi ets i floriran les roses,
maduraran els blats i el vent tal volta
desvetllarà secretes melodies;
tu ja no hi ets i el temps ara em transcorre
entre el record de tu, que m'acompanyes,
i aquell esforç, que prou que coneixies,
de persistir quan res no ens és propici.
Des d'aquests mots molt tendrament et penso
mentre la tarda suaument declina;
tots els colors proclamen vida nova
i jo la visc, i en tu se'm representa
sorprenentment vibrant i harmoniosa.
No tornaràs mai més, però perdures
en les coses i en mi de tal manera
que em costa imaginar-te absent per sempre.


Miquel Martí i Pol también se comprometió con el movimiento de la Nova Cançó, cuando aún la enfermedad no se había manifestado. Os dejo un emocionante video en el que podréis escuchar al poeta de Roda de Ter cantando. Como siempre, ¡a disfrutar!

Poética 11

En esta ocasión, nos acercaremos a una forma poética que puede resultarnos algo alejada de nuestra mentalidad occidental pero que, si nos dejamos impregnar por su belleza, puede convertirse en una mirada llena de posibilidades expresivas. Así lo han destacado, como veremos, grandes poetas contemporáneos. Se trata de los haikús.




Para empezar, un poco de métrica (por cierto, pronto dedicaremos una poética al tema). Se trata de un poema de tres versos, distribuidos de la siguiente manera: 5-7-5 sílabas, o 4-6-4 si contamos a la catalana.
Durante los siglos XVII al XIX conoció un gran auge y fueron muchos los poetas que vertieron sus versos en esta forma. Entre ellos, los cuatro grandes clásicos del género: Basho (1644-1694), suya es la definición de haikú como "lo que sucede aquí y ahora", Buson (1715-1783), Issa (1763-1827) y Shiki (1866-1902). Por recomendar un libro, os citaré el que utilizo para completar estas notas, y que realmente es bellísimo: Marea baixa. Haikús de primavera i d'estiu, ed. La Magrana, Barcelona, 1997. La antología que en él se recoge, así como las notas introductorias están a cargo de Jordi Pagés i J.N. Santaeulàlia. La caligrafía japonesa es de Harumi Saito.

En este libro encontramos el siguiente haikú, de Basho, compuesto en 1684, a la edad de cuarenta años:


Un viejo estanque.
se zambulle una rana :
ruido del agua

Los autores de la antología se preguntan si, atendiendo a nuestra mentalidad, este poema puede decirnos alguna cosa. Sí, además, pensamos en un grupo de adolescentes, acostumbrados a un tipo de narrativa visual electrizante y sin descanso, leer hoy en día haikús puede resultar una práctica casi subversiva. Sin embargo, analizando el sentido profundo de este tipo de poemas, creo que nos podemos encontrar con agradables sorpresas. El haikú recoge un instante, un fragmento de vida resultado de un largo proceso de meditación. No se trata de contarnos grandes cosas sino de observar el paisaje que ha quedado después de nuestra reflexión. Un paisaje exterior o interior que más que "decir" sugiere, nos pide que iniciemos el camino de regreso para volver a encontrarnos con el poeta meditando. Entonces, al reencontrar la situación que puede haber llevado al haijin a escribir esto, el sentido de sus versos adquiere una pintura especial, en definitiva, puede transmitirnos cosas.

Otro elemento que puede ayudarnos es comprobar cómo poetas modernos han usado esta forma para sus composiciones. Por citar uno, que a mí me gusta especialmente, Mario Benedetti y su Rincón de haikús, Ed. Visor, Madrid, 1999. En este libro podemos leer:


en los harapos / suele haber más historia / que en la etiqueta

quién lo diría / los débiles de veras / nunca se rinden

si me enternezco / dejaré de ser justo / pero qué importa

Especialmente interesante puede resultar esta visión moderna y occidental de los haikús, en la que el lector puede encontrarse más próximo. El propio Benedetti es consciente de esta "adaptación" cuando dice: "Encerrar en 17 sílabas (y, además, con escisiones predeteminadas), una sensación, una duda, una opinión, un sentimiento, un paisaje, y hasta una breve anécdota, empezó siendo un juego. Pero poco a poco uno va captando las nuevas posibilidades de la vieja escritura. Así la dificultad formal pasa a ser un aliciente y la brevedad una provocativa forma de síntesis."

miércoles, 23 de enero de 2008

Poética 10

Vamos a seguir planteándonos algunas herramientas que pueden resultarnos útiles a la hora de desbloquear el miedo a la temida "hoja en blanco" y la angustia que provoca. En este sentido, conocer la historia de la literatura nos permite, entre otras cosas, ser conscientes de cómo los autores han ido encontrando formas de expresión que facilitaran el poder expresar su especial manera de entender el arte. Ser original sin conocer el pasado es como querer ser campeón del mundo de los cien metros lisos corriendo solo. Absurdo. Así pues, me gustaría echar una ojeada a una serie de aportaciones de las vanguardias poéticas de principios del siglo XX. En concreto, a dos de ellas: el Dadaismo y el Surrealismo.

En ambas tendencias observamos un propósito de liberar el arte de clichés y formalismos que podían condicionar el objetivo del poeta. Supusieron, por tanto, una voluntad de replantear toda una serie de consideraciones que se tenían por inamovibles hasta ese momento. Lo que me interesa destacar aquí es que estas aportaciones no pretendían ser un punto de llegada, a mi entender, sino mejor un punto de partida. No el objetivo final de un proyecto, sino su efecto desencadenante. La posibilidad de crear metáforas atrevidas y sorprendentes, por ejemplo, asociaciones de imágenes que se escapaban de la lógica, permitió una poesía llena de sugerencias nuevas que ya forman parte de nuestro imaginario colectivo actual. Para comenzar con el Dadaismo, leamos este poema de uno de sus principales impulsores: Triztan Tzara.




Para hacer un poema dadaísta

Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo. Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante,
aunque incomprendida del vulgo. "

Lo que cuenta, evidentemente, no es la propuesta final, sino que lo que ésta nos permite hacer con nuestros poemas. Es decir, es bueno que la propia escritura te "sorprenda", que seamos capaces de generar imágenes que, al no pasar totalmente por el cedazo de la lógica y de la razón, sugieran al lector múltiples significados que, al no controlarlos, enriquecen la lectura del texto.

Para continuar con el Surrealismo, partiremos de un fragmento de poema de Federico García Lorca, de su libro Poeta en Nueva York, y que se titula "Ciudad sin sueño". Seguimos la edición de Espasa-Calpe, de 1979:

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros. (...)

A propósito de este libro, precisamente, el poeta Josep Piera, en su libro de memorias Puta posguerra, nos dice: "Els frenètics versos de Lorca eren com la música en anglés: no calia entendre res, només deixar entrar els sons al cor i al cap. N'hi havia prou".


Confieso mi prevención, como lector y escritor, ante esta escritura en la que la comunicación directa con el lector cede ante el propósito "musical" del texto, es decir, en la que el lector se encuentra con unas palabras que, al menos en principio, no esperan ser entendidas, tan sólo "oídas/escuchadas". A este respecto, el gran escritor japonés Haruki Murakami, en declaraciones publicadas en La Vanguardia el domingo, 3 de febrero de 2008, dice: "El ritmo es lo más importante porque es la magia, lo que invita a la audiencia a bailar, y lo que quiero son lectores que bailen con mis palabras. No quiero que entiendan mis metáforas, ni el simbolismo de la obra." Interesante perspectiva que, sin duda, abre a la creación literaria un universo de insospechados caminos, no siempre válidos pero no por ello menos interesantes.



Podéis leer y consultar:


Manifiesto surrealista: http://www.ideasapiens.com/textos/Arte/manifiesto%20surrealismo.htm

Manifiesto dadaista: http://www.ideasapiens.com/textos/Arte/manifiesto%20dadaista.htm

martes, 22 de enero de 2008

Poética 9

Venga, por una vez (y sin que sirva de precedente) vamos caer en el tópico: el poeta, ¿nace o se hace? He aquí una pregunta clásica que puede resultar muy útil tratar de contestar. Dejémonos, una vez más. ayudar. En este caso por Miquel Martí i Pol y su libro Què és poesia?, publicado en el año 2000.El genial poeta de Roda de Ter nos cuenta: "En una entrevista per escrit que en van fer ja uns quants anys els nois i noies d'una escola, un em va preguntar: "Quan va decidir fer-se poeta?" La pregunta, ingènua si vostès volen, em va fer rumiar i encara la recordo. No ho havia decidit mai, jo, de fer-me poeta? Es poden decidir aquesta llei de coses? I anant més enllà, un es pot fer poeta? La resposta a totes aquestes preguntes, almenys en el meu cas, era i és negativa. Jo mai no he decidit fer-me poeta. En tot cas, en sóc per no sé quin estrany privilegi qui sap si immerescut. Amb això vull dir -i ho dic amb tota la humilitat i també amb tota la dignitat- que en la meva dedicació a la poesia hi conviuen, no sé si a parts iguals, la immanència i la tenacitat. Al meu entendre, la predisposició per a la pràctica de la poesia forma part de la manera de ser de determinades persones, i d'elles depèn convertir aquesta predisposició en una actitud singular que les caracteritzi."

La pregunta del alumno va en la dirección del "hacerse" poeta. Quizá es la más lógica y esperable. Cuando pensamos en un oficio, en una actividad profesional. en seguida nos viene a la mente la fomación y la necesidad de conseguir unos aprendizajes básicos para poder desarrollarla. Sin embargo, el poeta catalán manifiesta abiertamente que él no se "ha hecho" poeta, sino que, por el contrario, "se siente" poeta, dicho de otro modo, "es" poeta. Es decir, lo es sin necesidad de tener que sacarse un título (o pasar un control de calidad). Lo es, se siente así, y con eso basta. O no... En este sentido, el reciente libro de Josep Maria Espinàs, El meu ofici (La Campana, 2008), viene a incidir en este aspecto. Una de las "entradas" del libro se titula, precisamente, versos. Las primeras palabras son reveladoras : "M'agrada fer versos. I, perdonin la immodèstia, en sé fer. (...) Si volen, ara mateix puc posar-me a escriure un sonet més o menys feliç sobre la bicicleta. (...) És igual." A parte de que al leerlo a uno le vienen ganas de decir, "no, gracias, señor Espinàs, no nos escriba un soneto...", la idea es que hay un reconocimiento del oficio, unas "habilidades", pero no hay poesía.

El sentirse poeta tiene una vertiente personal, intransferible, que me atrevería a decir que nadie puede poner en duda. Si alguien ama la poesía, escribe y lee poemas y, por tanto, vive la poesía, ¿quién puede decirle que no tiene el derecho de sentirse poeta? Otra cosa es ser un buen poeta o escribir poesía como una actividad artística, pensando en los demás. Es aquí donde interviene el oficio de manera determinante.

Es decir, juntamente con las dotes innatas (el "duende" lorquiano...) que uno pueda tener, es de vital importancia el prepararse para desarrollarlas en toda su extensión posible. Si buscamos un ejemplo en el mundo del deporte creo que nos resultará de gran ayuda. Sin entrenamiento no hay resultados, sin condiciones físicas tampoco. Cualquiera de nuestros alumnos sabe que si no entrena durante la semana no juega el partido. Por muy bueno que sea. Pues en poesía, como en toda manifestación artística, esta justa proporción entre estos dos factores también se da. El propio Martí i Pol, a pesar de lo dicho anteriormente, nos avisa de los riesgos del considerarse con demasiada facilidad y, sobre todo, con poco rigor poeta. Lo hace en una carta que podéis consultar en Miquel Martí i Pol. El llarg viatge (1957-1969), de Ignasi Pujades y publicado por Proa en 2007 (p. 238): "Al meu entendre, l'axioma aquell que diu que el poeta neix, no es fa, ha fet més mal que bé. Aquesta immanència de la poesia ha penetrat excessivament la sensibilitat de la gent i, en alguns casos, ha creat desfasaments visibles. Perquè, si bé una primera presència de la poesia com a part integrant de l'individu i, sobretot, com a element de contenció per una banda i de manifestació per l'altra del seu pathos sentimental, és possible i fàcilment detectable (pensa en la poesia popular; en la agilitat del llenguatge de molta gent sense formació; en el gust natural de que sap les persones), creure, a partir d'aquest fet, que hom disfruta de la col·laboració incondicional de les muses i llançar-se al terreny de la creació poètica seriosament és, sovint, arriscat i fins perillós."

En su novela Tristes armas, la autora Marina Mayoral nos pone otro ejemplo que creo nos puede ir muy bien. Una niña que, con unos diez años, descubre su vocación por la danza. Va a ver a la directora de una prestigiosa academia y, después de una breve conversación, ésta le dice que ya es demasiado tarde para hacer de ella una buena bailarina de la compañía, pero que, si ella quiere, la puede ayudar a convertirse en una estrella. En el mundo del arte hay espacio para todos, sólo hace falta reconocerlo y disfrutarlo.

domingo, 20 de enero de 2008

Poética 8. Homenaje (3)

Como vamos a continuar con las enseñanzas de otro poeta, bueno será que nos detengamos un momento y agradezcamos a Benjamín Prado el habernos acompañado hasta aquí. Seguro que volveremos a él, claro, pero ahora es conveniente y felizmente necesario que le disfrutemos estrictamente como poeta.


A LA SOMBRA DE UN ÁNGEL

Vino el que yo quería,
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas,
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de ésas caídas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.
No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.
El que yo quería.

Y si queréis oírle y verle (reconozco que no es el mejor ejemplo que me hubiera gustado poner, pero no he encontrado nada mejor; valga, sin embargo, como muestra el botón)

http://www.youtube.com/watch?v=I8BZHRNw89k

viernes, 18 de enero de 2008

poética 7

Nuestro ya conocido poeta Benjamín Prado cita en su libro unas palabras de Ezra Pound: "La poesía es una composición de palabras ordenadas musicalmente". Creo que es una introducción ideal para entrar en la poética de hoy.

Ezra Pound


En efecto, si nos hemos preocupado por aquello que queremos decir, por aquello que el lector quiere y necesita escuchar, también nos tenemos que preocupar por cómo lo decimos. La música, en este sentido, puede representar un punto de referencia muy válido. No podemos leer un poema como quien trata de adivinar un acertijo. Si al acabar su lectura nos viene a la cabeza la pregunta "¿qué quiere decir?", algo falla. ¿Por qué? Pues porque el poema ya ha dicho, ya nos ha dicho, no sólo a través de las palabras, sino también de la "música"que nuestra lectura ha sido capaz de encontrar. Evidentemente, lecturas posteriores pueden ayudarnos a profundizar en el sentido del texto, la reflexión será una aliada en el camino de encontrar aquellas palabras amigas que nos ayuden. Pero tenemos que tener muy claro que un poema no se explica, en todo caso, podemos comentar nuestra lectura para compartirla con otros. Después de leer un poema, de igual manera que hacemos al escuchar una pieza musical, lo mejor que podemos hacer es cerrar los ojos y dejar que las palabras continuen vivas en nuestro interior. La música es, pues, el estilo del poema y del poeta.
Y decimos poeta porque el encontrar esta voz personal, esta música, es uno de los objetivos de cualquier aprendiz de poeta. Josep Piera, en su libro Puta posguerra, al hablar de los consejos que un poeta le dio en su juventud, escribe: "Per poder escriure bons poemes, n´has de llegit molts abans, i dels millors. I tria't els autors més teus. Llegeix els clàssics, però no els imitis, busca la teva veu, i quan la trobis, si mai la trobes, escolta-la atentamente. I procura dir el que et diu. Sigues tu".

Josep Piera

Difícilmente diremos algo nuevo sobre el amor (bueno, quiero decir, algo nuevo que valga la pena, claro, porque barbaridades nuevas sí se que pueden decir, y se dicen...), pero lo que sí podremos lograr es decirlo como nadie lo ha dicho antes: ni por las palabras utilizadas ni por la música que habremos empleado. Es por esto por lo que nuestro poema, mejor o peor, será único, si está hecho con honestidad y autenticidad, merece todos el respeto del mundo.
Para finalizar, Benjamin Prado nos plantea una pregunta parecida a la que nos hacíamos al hablar del tema: ¿qué palabras son las que necesita el poema que quiero escribir? Esta es una pregunta clave y una de las cuestiones que no podemos eludir si queremos iniciarnos en este arte. De esta elección pueden depender muchas de las otras que tendremos que ir haciendo. Dejemos apuntada una posible respuesta que tiene mucho que ver con cosas que ya hemos dicho: las mejores palabras serán aquellas que podrán simbolizar mejor aquello que queremos decir, en definitiva, aquellas palabras que podrán comunicarnos de una manera más fiel, sugerente y cómplice con el lector.

miércoles, 16 de enero de 2008

poética 6





Siguiendo con nuestro itinerario poético, ahora toca plantearse una cuestión importante: ¿de qué hablan los poetas? Para hacerlo, os propongo un nuevo compañero de viaje, el libro de un buen poeta, Benjamín Prado, que se titula Siete maneras de decir manzana.


Benjamín Prado

En este libro podemos leer, por ejemplo, que "la literatura lo puede y lo debe abarcar todo, cada sentimiento y cada sensación, por el mismo motivo por el que la medicina no estudia unas partes del cuerpo y prescinde de otras". Sin embargo, "tampoco la poesía puede lograr un solo poema, por extenso y ambicioso que sea, capaz de contener todos los sentimientos y todas las sensaciones." Aquí nos queda apuntado un aspecto fundamental de esos mecanismos que son previos al acto mismo de la escritura: es necesario seleccionar, meditar y pensar bien sobre aquello que motivará nuestros versos. Ni podemos vivir pendientes de la anécdota ni pretender ser demasiado ambiciosos. El punto justo, el detalle, aquello que sea capaz de sugerir al lector mucho más de lo que dicen nuestras palabras. He aquí la magia de la poesia y su misterio. Continúa Benjamín Prado: "un poeta sin tema es un simple decorador y sus poemas no pueden tener más utilidad ni más importancia que la de los objetos vacíos". Palabras que pueden resultarnos un poco duras, pero que sin ningún género de dudas son del todo necesarias en los tiempos que vivimos. El poeta no ha de pretender únicamente dejar boquiabierto al lector con su virtuosismo mecánico. El poeta es artista y, como tal, tiene que partir siempre de la solidaridad con el otro. Es decir, escribimos para acompañar, para ser felices, para compartir. No nos bastamos a nosotros mismos y nuestros poemas no deben tener como único garante a nuestra subjetividad más narcicista. "Objetivar es crear", que decía Pessoa. En este sentido, me parecen muy interesantes las palabras que el crítico catalán Pere Ballart realiza a partir de la lectura de L'arrel i la pluja, de Txema Martínez, poemario ganador del Carles Riba en 2008, y que aparecieron publicadas en el diario "Avui" el 8 de mayo de 2008: "Sovint també, però, el poeta juga a entenebrir innecessàriament els seus pretextos, i dispara un seguit d'imatges inconnexes que, més que una exigència del desenvolupament temàtic del poema, semblen formar part d'un projecte per impressionar el lector al preu d'un efectisme, verbalment impetuós, però de figures molt imprecisament expressionistes."
Aquel que escribe sólo para ser admirado, reconocido o envidiado valdría más que se dedicara a otras actividades. Lo que decimos, aquello que queremos compartir es lo que hará que el poema -verdadero protagonista de este itinerario-, haga realmente su trabajo. Por tanto, si lo que pretendemos con un buen poema es acercarnos al otro y comunicar, es necesario hacerse una pregunta, como lo hace Benjamín: ¿cuáles son los temas que mejor pueden cumplir este objetivos.?
En el libro que hemos citado, Benjamín Prado hace referencia a Joseph Joubert (el ensayista y moralista francés del siglo XVIII, conocido por sus Pensamientos) para explicarnos que las ocho o diez ideas verdaderamente importantes que existen en el mundo son las ocho o diez que todas las personas tienen en alguna ocasión de sus vidas. De esta idea surge otra que nos lleva a T.S. Elliot: el gran objetivo del poema es que los lectores utilicen las palabras del poeta para explicarse su propia existencia, para apropiarse de algo que ya les pertenecía. Esto nos recuerda aquella escena de la película "El cartero y Pablo Neruda" (basada en la novela de A. Skármeta), en la que vemos a Mario, el protagonista, interpelado por el poeta chileno al enterarse éste que el joven aprendiz de poeta había utlizado versos suyos para enamorar a la hermosa Beatriz. Mario entonces le contesta que la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita.


Y aún el poeta argentino Edgardo Dobry, en su libro Cosas, escribe:
El poema y el molusco
son de quien los habita ahora
no de quien los fabricó.

A pesar de esto, no todos los poemas están llamados a convertirse en "grandes poemas", cierto. Pero nos conviene no perder de vista las palabras de Elliot para no caer en uno de los fenómenos más habituales en nuestro tiempo: confundir unos con otros. Si cada uno ocupa el lugar que le corresponde, el tránsito del lector por los caminos poéticos será, sin ninguna duda, mucho más gratificante.

Propuesta didáctica:

Se puede pedir a los alumnos que formulen una lista de cinco posibles temas para un poema. Deben ser lo suficientemente concretos para que luego puedan escribirlo. No se trata, pues, de decir "el amor", sino matizar. Después, al elegir uno, pensar en un motivo o excusa para compartir ese tema con el lector. Por ejemplo, para hablar de la soledad que sentía en la escuela un alumno sugirió el fijarse en la palmera que tenía en el patio. O como Roger, para hablar de la indiferencia de los profesores, hablar de un libro de texto roto. Realmente, a la que podemos proporcionar un leve pistoletazo de salida, ellos y ellas son capaces de sorprendernos. ¡Vale la pena intentarlo!

sábado, 12 de enero de 2008

poética 5: Homenaje (2), in memoriam

No estaba previsto presentarlo ahora entre nosotros. Ángel González tenía asegurado un lugar de honor en nuestro pequeño parnaso particular, sí, pero más adelante. No ahora. Y, sin embargo, el gran maestro ha decidido adelantarse a nuestros propósitos. Hoy nos ha dejado y, claro, es inevitable recordarle y pensar, no en su ausencia, sino en cuánta compañía nos seguirá haciendo a través de sus poemas. Gracias, maestro, por tu vida y por tu poesía.


De su libro Sin esperanza, con convencimiento (1961), uno de sus poemas que quizá mejor resuma su pensar y su sentir, su extraordinaria capacidad para contarnos y comunicarnos lo esencial de nuestras vidas:

Esperanza,
araña negra del atardecer.
Te paras
no lejos de mi cuerpo
abandonado, andas
en torno a mí, tejiendo, rápida,
inconscientes hilos invisibles,
te acercas, obstinada,
y me acaricias casi con tu sombra
pesada
y leve a un tiempo.
Agazapada
bajo las piedras y las horas,
esperaste, paciente, la llegada
de esta tarde
en la que nada
es ya posible...
Mi corazón:
tu nido.
Muerde en él, esperanza.

Y para verle y oírle:


El lunes, 21 de enero, Almudena Grandes publica en El País, en su contraportada, un artículo de homenaje para Ángel González. Con él, todo lo anterior sirve para poco. Os dejo con las palabras de la gran escritora:

"A Ángel González no le gustaba el tomate. Llévese usted el paisaje, que no me interesa, solía advertir a los camareros cuando andaba alguna ensalada de por medio. Le encantaba la mayonesa, que comía con cualquier pretexto o sólo con pan. También le gustaban los gatos, y aún más los niños, aunque no lo pareciera. Ellos le adoraban, porque les enseñaba canciones y les daba siempre la razón frente a sus padres. Era feliz con una guitarra y unas rimas de José Alfredo Jiménez en los labios, pero a mí no me dejaba cantar, porque lo hago muy mal. Hazme caso, me decía, que es por tu bien. Yo le hacía mayonesa y no cantaba. Le quería.
Era difícil no querer a Ángel. Era imposible no amar la vida a través de su entusiasmo por la vida. Todas las cosas buenas de este mundo donde nos ha dejado huérfanos y a oscuras, tenían que ver con él. La poesía y la risa, la palabra y la música, la alegría, la amistad, el calor, la luz de las mañanas de verano, el circo y el amor. Cuando era joven, Ángel se enamoró de una trapecista y le dedicó un soneto inolvidable, me he quedado sin pulso y sin aliento separado de ti. En su madurez, escribió los versos más hermosos para Susana Rivera, este amor ya sin mí te amará siempre. Hace unos días se fue, se ha ido. Y me he quedado sin pulso y sin aliento, con un amor que sin él le amará siempre.
Ahora tendré que aprender a vivir sin Ángel y no será fácil, porque ha dejado tantas luces encendidas que no sé como voy a apagarlas. Nunca volveré a cantar, pero en mi pobreza guardo el consuelo de su memoria, la certeza de que, más allá de la dura infancia de un hijo de vencidos, todo fue justo en la vida de un poeta leído, querido y admirado como muy pocos. Todo. Incluso el rencor torpe y envidioso de un mezquino cortesano literario que, al parecer, no ha tenido bastante ni siquiera con el premio Cervantes. "

Almudena Grandes

jueves, 10 de enero de 2008

Poética 4. Homenaje

Antes de proseguir con estas humildes reflexiones, quisiera rendir homenaje a uno de los poetas que nos ha venido acompañando hasta ahora. Es bueno ser agradecido con quien nos enseña el camino, y a ello me dedicaré en varias ocasiones.




De momento, rindamos merecida admiración a Luis García Montero. Os dejo con con un poema suyo, Inmortalidad, que forma parte de mi cuaderno de navegación vital desde hace tiempo. ¡Buen provecho!

Nunca he tenido dioses
y tampoco sentí la despiadada
voluntad de los héroes.
Durante mucho tiempo estuvo libre
la silla de mi juez
y no esperé juicio
en el que rendir cuentas de mis días.

Decidido a vivir, busqué la sombra
capaz de recogerme los veranos
y la hoguera dispuesta
a llevarse el invierno por delante.
Pasé noches de guardia y de silencio,
no tuve prisa,
dejé cruzar la rueda de los años.
Estaba convencido
de que existir no tiene trascendencia
porque la luz es siempre fugitiva
sobre la oscuridad
un resplandor en medio del vacío.

Y de pronto en el bosque se encendieron los árboles
de las miradas insistentes,
el mar tuvo labios de arena
igual que las palabras dichas en un rincón,
el viento abrió sus manos
y los hoteles sus habitaciones.

Parecía la tierra más desnuda
porque la noche fue
como el vacío
un resplandor oscuro en medio de la luz.

Entonces comprendí que la inmortalidad
puede cobrarse por adelantado.
Una inmortalidad que no reside
en plazas con estatua
en nubes religiosas
o en la plastificada vanidad literaria,
llena de halagos homicidas
y murmullos de cóctel.
Es otra mi razón. Que no me lea
quien no haya nunca visto conmoverse la tierra
en medio de un abrazo.

La copa de cristal
que pusiste al revés sobre la mesa
guarda un tiempo de oro detenido.
Me basta con la vida para justificarme.
Y cuando me convoquen a declarar mis actos
aunque sólo me escuche una silla vacía
será firme mi voz.

No por lo que la muerte me prometa
sino por todo aquello que no podrá quitarme.


Y para verle y oírle:

http://www.youtube.com/watch?v=JWuRQQ3zAzc



domingo, 6 de enero de 2008

poética 3: bibliografía

Mi intención es ir colocando en esta poética los libros que me han ayudado a ir compaginando estas páginas. A compaginarlas o a imaginarlas. Son libros que se convirtieron en su momento en compañeros de camino y sin los cuales no hubiera llegado jamás hasta aquí. Algunos los he utilizado directamente en las clases, otros me han servido para aprender. No se trata, ya lo aviso ahora, de una bibliografía típica, quiero decir, que en ella irán apareciendo sólo los libros que he consultado y que, de verdad, me han permitido escribir estas líneas. Por tanto, no consigno aquí todos los libros sobre la materia, cosa que sin duda me reportaría gran "prestigio". El lector es libre de añadir o de quitar según le parezca.


AA.VV., Poetas en el aula, Ed. Graó, Barcelona, 2004
ADORNO, Theodor W., Notes de literatura, Ed. Columna, Barcelona, 2001
AGUILAR-AMAT, Anna y PARCERISAS, Francesc, El placer de la lectura, Ed. Síntesis, Madrid, 2004
AMORÓS, Andrés, Introducción a la literatura, Ed. Castalia, Madrid, 1980
AMORÓS, Andrés, Momentos mágicos de la literatura, Ed. Castalia, Madrid, 1999
AZÚA, Félix de, Lecturas compulsivas, una invitación, Ed. Anagrama, Barcelona, 1998
BALLESTER, Anna, Poemania, Ed. Bromera, Alzira, 2009.
BAUDELAIRE, Charles, Consells als joves escriptors, Ed. Columna, Barcelona, 1996
BENÍTEZ REYES, Felipe, El ocaso y el oriente, Ed. Arguval, Málaga, 2000
BENJAMIN, Walter, assaigs de literatura contemporània, Ed. Columna, Barcelona, 2001
BESORA, Ramon, Poesia i escola, Ed. Barcanova, Barcelona, 1999
BLOOM, Harold, Cómo leer y por qué, Ed. Anagrama, Barcelona, 2000
BRADBURY, Ray, Zen en el arte de escribir, Ed. Minotauro, Barcelona, 2002
BRU DE SALA, Xavier, El descrèdit de la literatura, Ed. Quaderns Crema, Barcelona, 1999
CABEZAS, Antonio, La literatura japonesa, Ed. Hiperión, Madrid, 1990
CABRÉ, Jaume, El sentit de la ficció, Ed. Proa, Barcelona, 1999
CABRÉ, Jaume, La matèria de l'esperit, Ed. Proa, Barcelona, 2005
CASSANY, Daniel, La cuina de l'escriptura, Ed. Empúries, Barcelona, 1993
COTRONEO, Roberto, Si un matí d'estiu un nen. Carta al meu fill sobre l'amor als llibres. Ed. 62, Barcelona, 1995
CUENCA, Luis Alberto de, Álbum de lecturas (1990-1995), Huerga & Fierro editores, Madrid, 1996
DURAS, Margueritte, Escribir, Ed. Tusquets, Barcelona, 2000.
ELLIOT, T.S., Función de la poesía y función de la crítica, Ed. Tusquets, Barcelona, 1999
FERRATER, Gabriel, Sobre el llenguatge, Ed. Quaderns Crema, Barcelona, 1990
FORMOSA, Feliu, A contratemps (diaris), Perifèric edicions, València, 2005
FORMOSA, Feliu, El somriure de l'atzar (diaris II), Perifèric edicions, València, 2005
GARCÍA MONTERO; Luis, Confesiones poéticas, Diputación Provincial de Granada, Granada, 1994
GARCÍA MONTERO, Luis, Aguas territoriales, Ed. Pre-textos, Valencia, 1996
GARCÍA MONTERO, Luis, Lecciones de poesía para niños inquietos, Ed. Comares, Granada, 1999
GARCÍA MONTERO, Luis, El sexto día, Ed. Debate Madrid, 2000
GARCÍA MONTERO, Luis, Poesía, cuartel de invierno, Ed. Seix Barral, Barcelona, 2002
GARCÍA MONTERO, Luis, La casa del jacobino, Ed. Hiperión, Madrid, 2003
GONZÁLEZ, Ángel, La poesía y sus circunstancias, Ed. Seix Barral, Barcelona, 2005
LANGBAUM, Robert, La poesía de la experiencia, Ed. Comares, Granada, 1996
LLOVET, Jordi (ed.), Teoria de la literatura, Ed. Columna, Barcelona, 1996
LODGE, David, El arte de la ficción, Ed. Península, Barcelona, 1998
MARGARIT, Joan, Noves cartes a un jove poeta, Ed. Proa, Barcelona, 2009
MARÍ, Antoni, La vida dels sentits, Ed. Angle, Barcelona, 2004
MARTÍ i POL, Miquel, Què és la poesia?, Ed. Empúries, Barcelona, 2000
MARTÍ i POL, M. i VINYOLI, J., Barcelona/Roda de Ter. Crònica d'una amistat. Ed. Empúries, Barcelona, 1998
MILOSZ, Czeslaw, Poemas, Ed. Tusquets, Barcelona, 1984
MORENO, Víctor, Va de poesía, Ed. Pamiela, Navarra, 1998
MUÑOZ MOLINA, A. y GARCÍA MONTERO, L., ¿Por qué no es útil la literatura?, Ed. Hiperión, Madrid, 1993
OLIVA, Salvador, Introducció a la mètrica, Ed. Quaderns Crema, Barcelona, 1996
OLLER, Dolors, Virtuts textuals. Una tipologia de la paraula poètica, Ed. UAB, Bellaterra, 1990
PÉREZ GALDÓS, Benito, Ensayos de crítica literaria, Ed. Península, Barcelona, 1990
PFEIFFER, Michael, El destino de la literatura, Ed. El Acantilado, Barcelona, 1999
PRADO, Benjamín, Siete maneras de decir manzana, Ed. Anaya, Madrid, 2000
QUENEAU, Raymond, Exercicis d'estil, Ed. Quaderns Crema, Barcelona, 1989
RACIONERO, Luis, El arte de escribir, Ed. Temas de hoy, Madrid, 1995
RILKE, Rainer Maria, Cartes a un jove poeta, Ed. La llar del llibre, Barcelona, 1994
RINCÓN, Francisco y SÁNCHEZ-ENCISO, Juan, El alfar de poesía, Ed. Teide, Barcelona, 1992
ROVIRA, Pere, Diari sense dies (1998-2003), Ed. Proa, Barcelona, 2004
TEIXIDOR, Emili, La lectura i la vida, Ed. Columna, Barcelona, 2007
TODOROV, Tzvetan, La literatura en perill, Ed. Galaxia Gutemberg/Círculo de lectores, Madrid, 2007
TOUTAIN, Ferran, Sobre l'escriptura, Ed. Facultat de Comunicació Blanquerna, Barcelona, 2000
TUSÓN, Jesús, Això és (i no és) Allò, Ed. Ara llibres, Badalona, 2008
VALENTE, José Ángel, La experiencia abisal, Ed. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, Barcelona, 2004
WOOLF, Virginia, Dones i literatura, Ed. Columna, Barcelona, 1999
XINGJIAN, Gao, En torno a la literatura, El Cobre ediciones, Barcelona, 2003